Una amiga valiente (Cuento)
-¡Daliaaa!-La llamó Francesca, llegando por el sendero en su bicicleta, vociferando con voz alegre. -¡¡Fraaan!!-Le gritó su amiga, viéndola llegar desde la ventana de su cuarto, en el primer piso. -¡Vamos! -¡Ya bajo!-Le contestó desde lo alto. Ambas fueron ascendiendo por la colina caminando, avanzando en el mismo camino que las conducía al pie de la montaña, desde la casa de Dalia. Era un sendero de tierra, espacio liberado de la vegetación de los pastizales campestres donde vivían. Fran llevaba a menudo su bici, para viajar hasta la casita de Dalia, y allí llamarla para irse a jugar. -Los frenos se rompieron, ¿no te queda difícil frenar?-Acotó la niña rubiecita, de rulos risueños, a su amiga que conducía. -Te enseñaré otro modo que me enseñó mi papá, es divertido ¡Estiras los pies y tocas el suelo con los talones! Mira, así...-Cambió su rumbo, jugando con la bajada de lo que habían recorrido, para enseñarle en la bici. Francesca, una niña optimista en la mayoría del tiempo, era muy