Compañía (Cuento: microrrelato)
Ayer regresó del trabajo, cansada, harta. Con lo ojos a punto de estallar en lágrimas, y con la triste frente arrugada. La fuerte presión de su cabeza le oprimía el corazón y el orgullo ¿Llorar en público? ¡Mejor iba a ser tropezarse con sus propios pies! Tensa, por dentro triturada. Abatida, enojada. Un mejunje de sentimientos andante, un remolinete de sombras oscuras y colores decadentes; un melancólico alarido con pies y manos. Sus zapatos resonaban en los charcos que la lluvia dejó, mientras salía de la estación. Enfiló directo a casa, como los últimos seis meses. Pero en el camino se topó con ella. La saludó, y de inmediato, al verle la cara, supo que nada andaba bien. "Ven a tomar algo a casa", la invitó. Y sus excusas no fueron suficiente para rechazarle. Una vez en casa de su amiga, se largó a llorar. Explotó de llanto. La abrazó, se sintió dentro de un sitio seguro, así que habló. Todo aquello que le corroía el pecho, que le golpeaba el entrecejo con hostilidad, to