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Conceptos: ¿Qué es el HAIKÚ?

  El  haiku  (o haikú) es una variante poética que tiene origen en Japón . Su presentación consiste de una pequeña estrofa caracterizada por su estructura de tres versos. Los versos en un haiku NO deben rimar , y deben de tener una suma total de diecisiete (17) sílabas en su métrica. El haiku, por esencia , está escrito para aludir a una estación del año, que generalmente es el otoño (pero puede aludir a cualquiera de las cuatro). ~El haiku no incluye el uso de verbos , generalmente (otras reglas podrán admitir su uso, ya que no está muy bien definido). ~El haiku se construye SIN comas y puntos . ~ Los versos deben ordenarse por una secuencia descendente , desde el primer verso, de cinco (5), al segundo de siete (7), y al tercero de cinco (5) sílabas sumando las diecisiete (17) en su métrica. ~El primer verso debe ser una alusión a la naturaleza (relacionada a una de las cuatro estaciones del año). Los o tros dos versos siguientes deben describirse como  imágenes sensoriales. ~No se

Poema infantil "La gata Pía"

  Poema infantil LA GATA PÍA  La gata Pía toma sol en la ventana, Mi tía, la olvidadiza, la llama: "¡Hola, Mía! ¡Qué guapa!" Y le rasca la pancita, de buena gana Un día, la gata Pía no estaba Asustada se hallaba Carmelita, la nena de la casa ¿Dónde se escondía Pía, acurrucada? ¡Pues en la bolsita de comida, la golosa gata! Mimosita duerme la gata Pía,  En los pies de su ama, acurrucadita ¡Y a la mañana la despierta a su mamita! Dando brincos en su espalda y cabecita Se lo dedico a la tímida Pía, que vive en mi casa, y que ha dejado su huellita felina en mi corazón. 

Poema al señorito ya mayor

 Si valiera una moneda de cobre, si tan sólo comprarla se pudiera; pobre del que quiera, ¡ay! costearse la alegría, regatearla entre mediocres cuentas, y en el correo dejar el sobre. Pues, ¿qué precio tiene el oro? ¿Qué tan glorioso el que paga montones? Pagarán con sus colores, pagarán con sus tonos; no pagues tú, no deshonres, ¡ay!, tu hermoso óleo del ozono. Evocas al dulzor tenue, difundes el aroma del oporto, ¡mozo dador de risas célebres! ¿Cómo no cosechas aún tu propio viñedo en el otoño? Lloverá en tu alma, lloverá hasta tus veintiocho; ¡pero!, veo una luz en tus ojos, reencuentra la esperanza, y abrázala, entre párrafos dichosos. Más buenos si envejecen, ¡bendecidos sean!, los libros, el vino, y los años de Orozco. Mejor costearte una alegría, y dejando de estar sobrio, ¡regálate!, por mí, una bella sonrisa tropical. A Yeifer ¡Feliz Cumpleaños! 24/03/2021

Poema del perdiguero

Te dejaste un puñal olvidado, en el hogaño de este pecho; y en el lecho de tu brial, dejé caricias sin remuerdo. Te dejaste una quemadura, en la bruma del recuerdo; discuerdo de si la escura, permuta ardor por incienso. Te dejaste la sonrisa, que flordelisa al indefenso; la dejaste benevolente e inofensiva, marchitándose en mis tiestos. Te dejaste en los rizos, los mimos de un presunto; y dejaste que se opaquen, con el aleteo de tu vuelo. Te dejaste en la deriva, un desamparado buscándote; busca una perdiz blanca, bajo el cielo nocturno.

Poema del tímido, a una flor

Te veo siempre con los ojos; ay, me gustaría no solo mirarte; y del rocío brillante que te toca, ser los cielos que impregnen el despojo de tus colores amantes de la caoba. Te pienso siempre con el alma; ay, me gustaría no solo atesorarte; y del viajante viento que te sopla, ser la frescura de las brisas claras que perfumas con tus pétalos de rosa. Te imagino siempre con la dicha; ay, me gustaría no solo enamorarme; y del arte natural que tallan tus hojas, ser la verde esperanza de tus pupilas que destilan de los lagrimales tus espinas hermosas. Te siento siempre parte de mí; ay, me gustaría no solo soñarte; y de la suave tierra que te aprisiona, cerca de ti ser otro arraigo, para enredar por fin en tus raíces, mis cobardes manos.

Poema del paisajista anciano

  Si en caprichos no anduviera, mi buen espíritu de niño, bien pudiera sentirme senil, y al frío recubrir mi arrugada tela. Seré persona longeva, mas resistiendo cruel filo, soy cuerda que desata, el cielo-tierra en mí unidos. Un último deseo de tata; que es sólo, ¡lo único! que quiero, usar la poca viveza que tengo en lata, y regarte un jardín de lirios. No te faltarán en mi ausencia, legados y dolorosos vestigios, que en compañía de dos naturalezas, creerás cruel un mundo que te es benigno. Al aliento sin fuerza, cuya extrañeza te traiga ido, lo llamarás suspiro. Y al domador siéndole fiera,  que el verte llorar será su castigo, lo llamarás amigo. Con la poca vida que me queda, y la cabeza florecida en blanco hilo, ten un obsequio sin envoltorio ni tarjeta; un paisaje en flor de pétalos coloridos, y no te entristezca el pórtico de casa.

Poema de una añoranza

     Dulce perrito que vagabas en la calle, irrumpías en pupilas como quiste. Tu mirada punzante, y tus costillas que parecían cicatrices. Seré quien te acompañe, con el remedio tardío a tus ojos tristes. Voy hoy mismo, sin todo este equipaje; contigo, al país de alegres matices. Como  tú, desamparado de méndigo rico, voy de mis raíces y tallo libre. ¡Una galleta, agua!, ¡un trozo de pan! Palabras que articular no pudiste... Voy hoy mismo, con todo mi afán. Te veré en el país de los buenos; donde las nubes no son grises, y la noche no acaece más. Voy hoy mismo, pronto me verás; en el país donde las risas no terminen. Estoy ansioso de irme, de morir quizás, y vivir en el prado de tu cielo.

Poema a los adornos heredados

  Un perrito con ojos a medio pintar, en la cómoda de mi abuela. Un animalito falto de ojos, sin pupilas par; en la biblioteca de mis acuarelas. Una doncella de uñas color rojo, labios rosados y sombrerito de tela. Una porcelana suave como cereza, al cuello un moño. Colores en el blanco que todavía ve la nieta. Otro adorno que atesora, un imán del viaje a Inglaterra. En la heladera lo acompaña uno de moras, sostiene un dibujito de la nena. Cuánto creciste, si te veo ahora; despediste el gorrito amarillo, tejido por ella. Mientras que tú egresabas de la tierra; me acongoja no haberte dado un diploma. Pensando en  Telma .

Poema a la despedida de Laura

  ¡Vengan corceles de entre la bruma! Vengan a llevársela al paraíso; cardíaco dolor sufre esta exalumna, llora su muerte conocida que la quiso. De esa noche a la tarde del domingo, ninguno dormirá sin gota de amargura. Llora una familia el delantal de tu cariño; llora una escuela tu ternura. Partiste entre el silencio, a los cincuenta y pico; el sábado anunció tu sepultura. Llora el atardecer conmigo, lloran tus hijos y nieto sin mesura. Tus últimas esperanzas estuvieron, nefastos nervios y operaron el intestino; Anestecia inmunda; ¡ay!, siempre que recuerdo,  te veo de pie llevando el té y mate cocido. Te tapabas la cara al reír, entre cabellos rojos parecidos a peluca, y que nunca filtrabas un chiste sinvergüenza; lloran los niños sin tu alma de regaliz, y llora el carrito de la merienda. A Laurita, que en paz descanse.

Conceptos: ¿Qué es el SENRY ū?

 Según un fragmento de Wikipedia, " es una forma corta de poesía japonesa .".  La poesía japonesa es un  arte misterioso... y no hay un acuerdo muy claro en reconocer sus reglas de un modo general. Otro fragmento de Wikipedia indica que "... el senryū s e centra en la existencia humana , incluyendo a menudo  humor negro  y  cinismo  sobre las miserias mundanas.". Para hacer una comparación más orientativa, el senryū es un estilo de poesía japonesa muy similar al haikú en su escueta estructura y la carencia de rima . A diferencia del haikú, el senryū es mucho más flexible en cuanto a sus reglas en temática y uso de las palabras. Su construcción consiste en una corta estrofa de tres versos, o líneas, que deben dar un total de diecisiete (17) sílabas a la hora de realizar la métrica del poema. Un senryū puede contener verbos, adjetivos, sustantivos... Con ellos formar imágenes sensoriales, metáforas, hasta reflexiones de la vida humana, o cómo se la percibe . También

Poema del ciego

  Se encarnan desde la córnea, malestares poco indoloros. Frenético el orgullo traducido en cólera, ceguera que me hunde en aguas de lodo. La niebla que hay en mis ojos, espero que de irse sea pronta; no como los sueños convertidos en despojos, y el fármaco que bebí ahora. Que no dejara sabor en mi lengua tosca, ni peso en los huesos de mis hombros. La niebla de mis mirillas incoloras, que -presiento- no se irá con mi odio, se ha de llevar mi telescopio del croma. La que nubla mis pupilas ya de topo, de mi enojo protagónica, es la fina tela del velo que me corona; y que ante mis ojos, es el embrollo del pasado.

Poema al doloroso amor

Al amor opaco, que profesabas, y servías del canasto, a los álamos de tu senda. A ese amor que por grisáceo, febril, terco y engreído; que por mínimo que fue, de terco y opaco teñido, por vencido se dio como ves; al paco, en el gris, de tus pupilas sin vida, y al espíritu, en gélido viento, sin un cuerpo que lo reclame, porque le ha perdido. Al dolor clandestino, que en diálogos te disfraza de maldiciente; a ese finito, que al vicio atañe, y en las venas funde somníferos, como si te cantara para dormir, con sutileza diurna, cruel y mortífero. ¡No más digo! Que si no se distrae, que si vivo te toma, por sorpresa o durmiendo, bajo los laureles del domingo, ¡No más digo! Que el corredor más digno, no es el que llega a la meta, sino, quien por vencido, no se dio, y tomó cuenta, de que a la vuelta, podía seguir mirando un cielo, sin ser parte de él. ¡Que no más te digo! De que si eres terco, y un día te vuelves opaco, o sufriendo, te haces el engreído; no más digo, que te tomo la palabra, e