Poema a la señorita mayor
Sonaba un cascabel, y un jilguero se posó en tu cuna; llamó a los ángeles esa vez, tarareándoles que aprendan de ti, relucir su talento con soltura. Picoteó la baranda, y una risita se le escapó al alelí; una Aurora nacía al alba, y de dones no la había que bendecir. Princesa hermana, de mil talentos traslaticios al arte; haces de tu sonrisa la causa, ay, finura de facción afable, de transformar al color en dulce pastel. Poco suave es mostrarme tan ufana, de ser pariente de talento andante; hace mucho tiempo de que eres humana, hace dieciocho años que ya no eres ángel. Se prepara la orquesta, mientras cae el mantel; cubiertos en la mesa, y qué sinfonía de chinchines. ¡Feliz Cumple! (05/09/2020)